Vivimos en un mundo en el que las familias están vinculadas 24/7 a la tecnología como una forma de conectarse a las noticias, programas de televisión, películas, así como con amigos y otros miembros de la familia. Los "smartphones", las tabletas y los ordenadores se han convertido en una herramienta importante de trabajo y entretenimiento. Ahora podemos ver una gran variedad de programas al alcance de la mano a través de DVD, YouTube y suscripciones por streaming. Hay tantas opciones que puede resultar abrumador. Entonces, ¿cómo decidir cuál es la mejor manera de utilizar la tecnología para ayudar al desarrollo de tus niños pequeños?
No existe un enfoque único. Los padres deben determinar cuándo y cómo introducir a su pequeño en el uso de la tecnología de forma que complemente su desarrollo en lugar de obstaculizarlo. La Academia Americana de Pediatría ha elaborado una serie de directrices sobre los medios de comunicación para ayudar a las familias a orientarse sobre la mejor manera de utilizar estos dispositivos digitales.
Las principales recomendaciones son:
- Designar zonas y horarios libres de pantallas dentro de la casa.
- Limitar el tiempo de pantalla para los niños menores de 2 años al videochat con uno de los padres o un adulto.
- Seleccionar una programación de alta calidad para que los niños de 2 a 3 años la vean con sus padres y luego volver a enseñarles las lecciones clave. Limitar el tiempo de pantalla a no más de 1 hora al día.
- Elegir tecnología interactiva, no violenta, educativa, prosocial y que promueva mensajes positivos.
¿Por qué hay tantas sugerencias? Porque a los menores de dos años les cuesta entender lo que ven en la pantalla y cómo esto se relaciona con el mundo que les rodea. Si tus hijos tienen menos de dos años, hablar a través de una cámara por WhatsApp, Skype, Facetime o Zoom es una forma adecuada para su edad de relacionarse con las personas que son importantes para ellos. También es una gran oportunidad para que tus hijos escuchen y observen cómo interactúas con tus seres queridos. Asegúrate de que cuando charlen con la abuela o el tío Tony les hagan preguntas sobre su día, como "¿Qué has comido?", "¿Qué has descubierto durante tu paseo por el parque?" y "¿Qué actividad divertida has hecho hoy?".
A medida que los niños crecen y empiezan a comprender más conceptos sobre el mundo que les rodea, las familias pueden introducir programas más educativos. Por ejemplo, ver un episodio de Plaza Sésamo puede ayudar a los niños pequeños a aprender habilidades sociales, lingüísticas y de lectura. Asegúrate de que siempre haya un adulto presente para que se involucre en lo que ocurre en la pantalla. Haz preguntas que estimulen el pensamiento de tus hijos, como "¿Qué crees que pasará ahora?", "¿Cuáles son los colores del arco iris?" o "¿Cuántos globos tiene la niña en la mano?". Utiliza el tiempo frente a la pantalla para enseñar a tu hijo conciencia emocional haciéndole preguntas como "¿Por qué está contento Elmo?", "¿Por qué está triste Big Bird?" y "¿Cómo puedes saber que Óscar está gruñón?".
También puedes utilizar sitios como Common Sense Media para decidir qué películas, programas de televisión, aplicaciones y videojuegos son apropiados para la edad y el contenido de tus hijos y los valores de tu familia.
También es importante equilibrar el tiempo de pantalla con otras actividades. Al resistir el impulso de utilizar los aparatos electrónicos como fuente de entretenimiento o como chupete, empiezas a enseñar a tu hijo a gestionar su relación con la tecnología. Establece momentos para desconectar de las pantallas, sobre todo a la hora de comer, jugar y acostarse. Crea oportunidades para que tus hijos aprendan a través de conversaciones y juegos en familia. Utilizar la tecnología con tu hijo puede crear vínculos, fomentar el aprendizaje y demostrarle que te preocupas por lo que le importa mientras le enseñas lo que le importa a tu familia.